Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2011

Marcas en la piel…

Déjenme ser feliz con quien no amo. Déjenme poder sentir lo que es el amor, sin llevar un reciproco de mi parte. Todavía no logro entender, que fue lo que hice mal, para merecer a un hombre con dos caras de la moneda. Que habré hecho mal para merecer al mejor hombre del mundo, y luego que el ego y la ignorancia me lo arrebataran como si fuese juego entre pareja. Jamás olvidare como fue, y lo que hizo. Jamás olvidare en lo que se convirtió, sobre todo en lo que hizo que me convirtiera. Es imposible sentir dolor, cuando ya se está destrozado. Es imposible, estar esperanzado cuando ya no hay confianza. Odio que me confundan con la mentira. Odio tener que ser yo la que me vista de infidelidad, la que saque de su perchero la amargura, la bestialidad de lo que un día fue mi marido, de lo que un día fue ese quien compartió conmigo el mismo cuarto. Tan bien que me sentía, tan segura que estaba con él. Aun así sus manos se marcaran en mi cuerpo, aun así mi piel no se estremeciera de placer, l

Amargura letal, hombre sin causa...

Tan insensible que es el hombre. Tan “fuerte” que se hace ante una mujer. Tan prepotentes que dicen ser, y cada cual sufre de la misma enfermedad. No hay hombre que pueda ser cruel ante una mujer fuerte, no hay hombre que pueda ser libre ante un cuerpo desnudo. Cuando se decide despertar aquello que con ansias, quiere explorar, notas que el hambre se apodera de ellos, el canibalismo se enciende como fuego en un caldero, y el miembro viril aparece entre las ramas de aquel huerto. Si por hablar bonito me pagaran, pero es difícil poder hablar bonito de un hombre. Es difícil poder ver, más allá del amor carnal que se tienen dos personas, a media noche, desnudos, besándose, tocándose, y al final irse, sin decirse algo más. No dudo que él me haya amado, de hecho, lo repetía tantas veces que ya sonaba desafinado ante mis oídos. No dudo que haya querido casarse conmigo. No dudo que haya querido tener un hijo, y que fuese yo la parte materna. De lo que dudo es de su desempeño como compañero

Aroma a flores silvestres, aroma a él…

Ese aroma, ese dulce aroma que arropa mi piel. Me siento como en casa, me siento que está conmigo. Cada flor significa esas palabras que no puede expresar en el momento. Cada sentimiento esta en cada color. Me siento libre, ese aroma tan puro, ese aroma tan enriquecido, proviene de él. Es como si el cobrara vida en cada flor. Me calmas, me mantienes viva, me ínsitas a esperar. Es como si me bañara en su aroma. Amor mío, aquí estoy, oliéndote mientras estas lejos. Sintiéndote tan cerca de mí como nunca, esperando por ti, esperando por una respuesta. Aiii amor mío, cuanto te anhelo, cuanto quisiera que estuvieses aquí, entre la flora, entre mis brazos, entre mi alma. © Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2011

Cabizbaja 2

Siento que necesito de esa droga, es como una obligación que tengo por ti, por lo que haces, si me dejara llevar por cada cosa que dices, tendría una sobredosis mortal. Si no tomara en cuenta lo que él me dice, me iría contigo una vez más. Pero no, no puedo. Necesito darme una oportunidad, necesito darme el beneficio de la duda. Las letras se pierden en mis ojos. Me pregunto si vale la pena seguir pensando en ti. De todos modos, al escucharte se me salen las lagrimas, al pensarte se me derrumba la vista, como cuando tomas anís. Ya han pasado días de aquel reencuentro, y mi cuerpo se está acostumbrando a otra piel, a su piel para ser exacta, al sudor eterno del otro cuerpo, al gemido desafinado, de quien dice querer. El no es como tú. Es otra droga diferente, es otro laberinto de enredos que me tiene dentro de la incógnita, para siempre. No. No debo comparar uno con otro, no es mi deber elegir, no es mi deber estar entre un bando, no es mi deber hacer que Troya arda una vez más. Seg

Cabizbaja

Me encontraba bajo sus cálidas sabanas, mientras su lengua rozaba mi pecho, y sus dedos conocían mi zona rural. Pareciese como si hace años no nos encontráramos. El sudor era algo más que salado, tenía sabor a deseo. Sus gemidos eran algo más que sonidos, eran melodías. Nos movíamos como la marea, de afuera hacia adentro y viceversa. Era una noche de magia, era perfecto. Al terminar, cada mirada se hacía lejos, cada caricia se dejaba de sentir, poco faltaba para voltearme y ver el dinero encima de la mesita de noche. Y ahí fue cuando entendí, que no hacía falta cercar mis labios para decir un “te amo”. Mi piel lo había hecho todo, mis manos hablaron por mí. Mi cuerpo expreso lo que sentía, sin embargo no lo que pensaba. Nunca se piensa, en esos momentos jamás me verías pensar. Es por eso que mis labios brotaron un “te amo” inconcluso al final de aquella noche pasada, sin recibir respuesta alguna. Qué momento tan horrible, expresarte de esa manera y recibir un nada, ni siquiera una

Mi mente esta vacía…

No me importa si me comen las hormigas, no me importa si llevo días en el mismo lugar. Solo con saber que la razón seria estar cerca de donde estas, es suficiente para ser comida viva. Si abrir los ojos me dieran fuerza, si aunque sea sentir tu rostro me diera astucia, te pienso y te lloro con mi mente sucia. No está en mí poder ser mejor, está en cómo pienses de mi si termino siéndolo. Dependo mucho de ti para vivir, dependo mucho de tus ojos para tener lo que tengo. Lloro todas las noches sin parar, y si supieras que es por ti que mi mente estalla. No hago nada más que ver mis fallas, no hago más que pensar en que te irás. Sabes, una vez pensé que te habías ido, y ahora que estas no sé si creer que seguirás en el mismo lugar. Es como querer ser feliz, pero no poder hacerlo, pues mi mente está pendiente en si te vas sin darme cuenta o si te quedas como espero. No me importa si hay reglas, no me importa si hay ordenanzas, me importas tú. Solo quiero que sepas que estaré aquí, aun

Injusto es una palabra injusta...

La muerte la perseguía, tanto aquí como allá. El amor de su vida, por quien ella solía respirar ha muerto. De ahí en adelante ha dejado de vivir, de ahí en adelante por más que su novio estuviese a su lado, era otra. Y se preguntaran, ¿Qué novio?, pero es que no siempre, el amor de tu vida está ahí, contigo. No siempre el amor de tu vida es con quien debes estar. Tantas noches que lo pensaba, tantas lágrimas que derramaba, la hacían ver impotente, inútil. Aun así llorara, aun así sufriera por el jamás regresaría, jamás estaría a sus pies. De momento se encontraba ella en su cama, postrada en un solo eje. Con la mano en donde solía estar su corazón, la mirada tiesa y fría como un cadáver, el sollozo intenso de su perdida y… al caer su lagrima, entro un gran viento por la ventana, soplando todo lo que había, asustada y frígida, se da cuenta que ahí estaba el. Atónita, lloraba y lloraba, no podía resistir el mal sabor que le había dejado su perdida. Mientras él la acariciaba, la postrab

Bitácora de un militar…

Llevo días aquí, masturbando mis pensamientos, pensando en si volverá o no. En si se quedara en su batalla, y me alejara de la nuestra, haciéndola suya solamente, haciéndome entender que hay que estar ajeno a todo, ajeno a la situación. He intentado llorar, pero es tanto el llanto que no se decide a salir como rio que crece y crece, si no que se aguanta como una piedra en medio de un estanque antes de caer en la cascada. Mi pecho no aguanta más su amor,  el deseo me arrebata las ganas de ver su alma. Es que es tanto el deseo que siento en él, y el amor que siente por ella, que tiene mis venas echa leña y mis manos hechas lana. Tantas veces que estuve en ese balcón, tantas noches a su lado, y hoy divido el amor con el deber de verlo abandonado. Y aun así no es abandono lo que he hecho, si no lo que él ha hecho en mi. De hecho, el nunca me ha abandonado, mucho menos me ha dejado ir. Sencillamente escribo por ambos, pero más escribo por mí, por estos sentimientos que me atormentan, po

Confiar en nadie es confiar en ti...

Todos los días sueño con un mañana sueño con una vida llena de amor, y de pureza. Soy de las que sueña con querer ser feliz por completo, por querer reír al acostarme y al despertar, soy todos en uno, y uno en todos, soy yo la herramienta de todo manjar, soy yo quien se dispone a criticar su reflejo, a delegar lo injusto entre lo justo, y entre todo mi pensar. Soy yo, solo yo, la única quien puede abrir los brazos para juzgarme, la única que puede sentir el rechazo propio sin ver el de los demás, porque a veces y solo a veces me importo yo, sin importar las otras caras, sin importar la deliciosa amargura en la que muchos se sienten envueltos cada día sin pegar ojo, sin soltar esa soga donde se arriman.