Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2017

Un Leo y una Piscis.

Y ahí estaba, llena de llantos y desespero. Intentando explicar todas las cosas que no podía ver, que ni siquiera podía pensar. Y ahí estaba el… esperando lo que alguna vez deseó, lo que el si podía entender, y añorando que algún día tuviese lo que desea de forma correcta. Dos almas muy distintas se encontraron, se desearon. En un momento eso que ambos querían con tanta indiferencia se volvió en un espejo para los dos. Ahí estaban juntos, mirándose el uno al otro, viendo cada defecto insatisfecho, cada virtud alocada. Se estaban conociendo. Eran tal para cual, y muy diferentes a la misma vez. Querían lo mismo, de diferente forma. Al final el propósito era el mismo. Sin duda alguna los dos se querían, se están queriendo… Cada día es distinto al anterior, cada suspiro lleva consigo una sonrisa envuelta en el rostro de ambos. Ellos aún no lo saben, pero se están enamorando. Se ríen mutuamente cuando se ven, cuando saben que están en el mismo lugar. Intentan no mezclar las cosas, per

No tengo Paciencia.

Yo ya no le tengo paciencia a muchas cosas... Suelo no tenerle paciencia a los ruidos. Me hace daño, la muchedumbre y la multitud, me satura muchísimo el mismo tema una y otra vez, me cansan algunas personas, y a veces hasta me canso yo misma. El respirar se me dificulta a veces, pero no por falta de aire, si no por respirar con tanto enojo que  no puedo controlar. Yo ya no tengo paciencia. Yo ya no puedo quedar callada ante nada, ante nadie. Yo ya no tengo eso de poder extrañar a alguien, o de echar de menos algo de alguna persona. Soy egoísta en querer sentirme para mí, y sentirme bien... Yo ya no tengo esa cosa, a la que las personas les gustan de mí. Y para serles sincera, ya ni me importa. No soporto las excusas, ni  mucho menos soporto las mentiras. No puedo ver a alguien que se haga el inocente, y que quiera lanzarte lo peor por algún error que hayas cometido, como si hubiese sido el fin del mundo, sin ellos verse que no son perfectos, que también cometen errores y hasta peor.

Cerrando puertas.

En un no muy lejano lugar, se encuentran varios espíritus que pelean consigo mismos. Suelen cerrar las puertas de lo que posiblemente será lo mejor en sus vidas, no dan esa posibilidad a aventurarse, y casi siempre deciden que es algo malo lanzarse, mucho antes de saber cómo está la situación en realidad… Esos, son espíritus perdidos. Van durante toda su vida, mendigando y exigiendo algo que no dan, que ni por equivocación pueden ofrecer. Se esconden detrás de la inseguridad, y bajo ese modo continúan su vida. Todo para ellos es un “que hubiese sucedido” o un “mejor no lo hago, porque terminara mal” Ellos no viven. No saben vivir, pero están cansados de vivir, porque piensan que les va mal… Ven defectos en otros espíritus, menos en ellos mismos. Y sienten que no reciben lo que merecen, y lo buscan en otro lugar, sin darse cuenta que ellos, tampoco dan lo suficiente. No ponen de su parte… Ellos, simplemente cierran sus puertas antes de saberlas abrir. Son cobardes, muy cobardes… Quie