Ir al contenido principal

Injusto es una palabra injusta...


La muerte la perseguía, tanto aquí como allá. El amor de su vida, por quien ella solía respirar ha muerto. De ahí en adelante ha dejado de vivir, de ahí en adelante por más que su novio estuviese a su lado, era otra. Y se preguntaran, ¿Qué novio?, pero es que no siempre, el amor de tu vida está ahí, contigo. No siempre el amor de tu vida es con quien debes estar. Tantas noches que lo pensaba, tantas lágrimas que derramaba, la hacían ver impotente, inútil. Aun así llorara, aun así sufriera por el jamás regresaría, jamás estaría a sus pies. De momento se encontraba ella en su cama, postrada en un solo eje. Con la mano en donde solía estar su corazón, la mirada tiesa y fría como un cadáver, el sollozo intenso de su perdida y… al caer su lagrima, entro un gran viento por la ventana, soplando todo lo que había, asustada y frígida, se da cuenta que ahí estaba el. Atónita, lloraba y lloraba, no podía resistir el mal sabor que le había dejado su perdida. Mientras él la acariciaba, la postraba nuevamente en la cama, y la hacía suya una vez más. No hacía falta estar muerta para dar  su alma con la suya, no hacía falta sentir su piel para saber que era él. Sin duda alguna era el amor de su vida, sin duda alguna estaba dispuesta a irse en una decisión frívola, en una decisión que implicaba amarrar a uno y soltar al otro. Confundida, y sin poder entender, ve como el amor de su vida se va tan fugaz como el parpadeo de sus propios ojos. Dejándola con algo más que una noche de placer, dejándola con algo en su vientre, dejándola con una segunda oportunidad de vivir, pensando en el.

                                  © Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2011

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuiste.

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi

Enojo

Enojo: Sentimiento en el cual, envuelve el cuerpo de una persona, haciéndola sentir con una fuerza interior, incontrolable, en el cual debes expulsarlo antes de que explote. Me pregunto qué he hecho mal, me pregunto qué hago mal cuanto intento no enojarme, cuando intento llevar la fiesta en paz. Trato de entender muchas cosas dentro de una misma situación. Quisiera ver mas allá de tus ojos, pero es imposible. Noto que aun así uno queriendo estar tranquilo nunca lo podemos estar. Ya no sé. Ya no entiendo que pasa aquí y ahora, ni entiendo que mas debe pasar. Así, como un día puedes estar feliz, al final de ese mismo día llega el enojo... ¡nada puede ser lindo! ya entiendo porque una parte de mí, me decía que la felicidad no existe...