Ir al contenido principal

Querer.

Cuando se quiere, se demuestra... No se dice así porque si, como si fuese una cosa para salir de ella y ya. No se pretende quedar bien con tan solo decirlo sin demostrarlo. Porque quien quiere se calla. Porque quien quiere actúa. No importa quién lo dice primero que quien... Importa quien lo demuestre con más fuerza, y en qué lugar te sientas junto a esa persona. Para querer, nos tenemos que querer primero... Nos debemos amar con esa locura incansable, nos debemos conocer, para luego conocer a alguien más profundo. Tan profundo, que conozcas hasta donde empieza, y donde termina su último lunar. Cuando quieres... Sabes vivir sin esa persona. Sabes amar sabiendo que algún día podría acabar, y te duele, pero lo aguantas. Cuando amas... debes amar lo bueno y lo malo de esa persona. Sus enojos.., su carácter, su forma de reír y de llorar. Amas cada cosa por más buena, y por mala que fuese... porque sabes que al final, si algo pasase, sabrás como actuar en el momento, sabrás como defender lo que sientes sin dejarte llevar. Cuando uno quiere... cuando uno de verdad quiere... uno jamás se confunde. Porque jamás, pero jamás podría confundirte la decisión definitiva de querer a alguien. Porque si te confundes, es porque no quieres de verdad. Porque miras hacia un lado, porque giras la cabeza, observando a alguien más. Eso... no es amor. Ahí es cuando te das cuenta que... no quieres como dices querer. Cuando se quiere, ¡se vive! cuando se quiere se llora! cuando ambos queremos, terminamos actuando sin simplemente hablar de más.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuiste.

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi

Enojo

Enojo: Sentimiento en el cual, envuelve el cuerpo de una persona, haciéndola sentir con una fuerza interior, incontrolable, en el cual debes expulsarlo antes de que explote. Me pregunto qué he hecho mal, me pregunto qué hago mal cuanto intento no enojarme, cuando intento llevar la fiesta en paz. Trato de entender muchas cosas dentro de una misma situación. Quisiera ver mas allá de tus ojos, pero es imposible. Noto que aun así uno queriendo estar tranquilo nunca lo podemos estar. Ya no sé. Ya no entiendo que pasa aquí y ahora, ni entiendo que mas debe pasar. Así, como un día puedes estar feliz, al final de ese mismo día llega el enojo... ¡nada puede ser lindo! ya entiendo porque una parte de mí, me decía que la felicidad no existe...