Ir al contenido principal

Tiempo para cerveza.

Me encontraba a pasos de ti hace un tiempo atrás, tu ni cuenta te diste. Así como en muchas otras cosas lo hiciste. Pasamos tanto y nos dimos tan poco. Recuerdo que nos encontrabamos ahi… solos… finalmente solos. Pero que mucho nos costo estar en esa situación juntos. Y uno al lado de otro sin decir nada, y asi ibamos y nos dábamos cuenta de que estábamos bien, de que ese tormento no pasaría, de que solo fue una noche más en la que fue un malentendido. Supongo que eso pasaba por tu mente. Pero la mia parecia un tren a toda velocidad, sintiendo ese viento fuerte en la cara, como cuando alguien apenas abre la ventana del tren por donde viaja. Y te pega fuerte. Se mete por todo tu cuerpo y te hace sentir esa forma templada en que tu cuerpo se va convirtiendo. Yo quizas, viaje por mucho tiempo en ese momento. Mi mente se iba a volar, daba vueltas, hacia lo que fuese por no estar conmigo. Mientras te veía a ti tan feliz, intentando hacerlo otra vez… intentando ver si estoy bien con tu bromas, con tus cosas… Luego mi mente regresa a mi, siempre lo hace cada vez que te observo. Es como si… como si se quisiera asegurar de que lo que en ese momento pienso es certero. Y me giro, y trato de no pensar más. De no sentirte. Y me volteo e intento empujarte con mi mirada hacia atrás, cosa que no me funciona. Tu amor es extraño, es algo que duele… duele y gusta, como cuando te golpeas pero sabes que estarás bien, pero igual te dolió en ese momento, y lo recuerdas y ya no duele, porque ya pasó. Pero pasa repetidamente, una y otra vez, y vuelves a olvidarlo y vuelve a pasar. Luego me dejo caer en la inercia de mi cuerpo. Sin dolor... Sin nada. Y te siento a ti, se que me estás tocando pero el tacto no me parece real. Mi mente está tan ida que no pareciera que fuese a mi, que tus manos tocan en ese momento. Y como si fuese un video cassette hacemos reversa y volvemos a empezar. Resulta que ahora estábamos juntos, desnudos… Y como si ese video cassette fuese obsoleto, siento como me quedo en modo silencioso. No puedo pensar, no puedo hacer nada, ya no puedo hacer más. Lo estamos haciendo con tanto silencio… Y entre mis sollozos y mi silencio decidimos terminar. Me quedo tendida esperando como si un milagro viniese a donde mi, o como si algo me susurrara al oído y me dijera “despierta, basta ya” y mi mente solo piensa que  hay tiempo para cerveza. Que ya da igual si estoy o no. Hay tiempo para cerveza. Que si mi dia estuvo mal, que si ya no me quieres, que si el calentamiento global nos esta jodiendo… hay tiempo para cerveza. Hay tiempo para todo, menos para mi. Porque no solo es la otra parte quien te lo debe dar, también tu tiempo es importante… o lo solía ser en ese momento. A veces quisiera pensar que de verdad estoy loca. Que quizás estoy desubicada mentalmente y por eso es que no me toman con seriedad. Pero no es asi. Un dato muy importante es que… si te quiere se le nota. Y esto así como una mega nota musical, la toque tan fuerte y lo sentí y lo note. Hace mucho lo note. Que si es a favor o en contra, eso lo deberias saber tu… sabras si se te nota, sabrás si es de verdad. Trato de entender todo, y vuelvo a mirarte vuelvo a tener mi mente conmigo y lo único que quiero es llorar, estar callada. Mientras me hago tantas preguntas en mi mente, questionando tantas cosas, queriendo saber de ti, queriendo saber más. Y aunque te conozco, siento que ya no. Siento como esa ventana que nos alumbra se va cerrando sin remedio. Mientras ambos nos tenemos el uno al otro de cualquier forma, de cualquier manera. Y siempre al final, quedándonos solos, teniendonos el uno al otro y  sabiendo siempre eso de que si hay tiempo para cerveza, hay tiempo para todo.

                    
                       © Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2018

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi...

Este amor.

Hacía tiempo ya, que no sentía algo semejante. Era cuestión de tiempo, para sentirme sola una vez más. Pero esta vez no fue así, fue muy distinto. Me llenaste por completo. Me ahogaste en ese mar de seducción al que tú solamente sabes escapar. Este amor es enfermizo, la locura ya no cabe en mí ser, los espectros entran y salen de mi cuerpo. Me siento poseída, me siento agotada, pero a nada de eso le doy importancia. Este amor es un amor que abacora, un amor que asfixia en esta tranvía loca, a la cual me llevas. Siento como el veneno recorre todo mi ser, como me voy quedando sin aliento, sin al menos poder pensar en lo que está sucediendo. Este amor tan loco me está matando, me está hiriendo cada día más, simplemente me está gustando. ¿Todavía quieres seguir? Atormentándonos en esto tan puro e imparable. ¿Deseas detenerte, o nos abarcamos en esta aventura loca? Voto por que me tengas en esta pesadilla por el resto de mis días. Que me atormentes, que me encierres para jamás ver l...