Ir al contenido principal

Asi, o mejor.

Debo estar loca… respire su olor en todas partes, se impregna en mi como si fuese un fuerte pegamento, y que jamás se sale de tu piel. Me siento como si fuese una droga.. Me pasa mucho que lo veo hablar, contarme cosas, y solo lo miro, lo observo y pienso “que lindo es”, mientras sonrío como tonta, y me voy dando cuenta que parezco una loca hablando consigo misma en mi interior. No dejo de pensar en el ahora… En lo lindo que es, en lo mucho que me importa. Donde quiera está ahí… no importa en donde yo pueda estar, cuán lejos este, cuan cerca me siento. Me comienzo a reír sola, de cosas que han pasado anteriormente y es algo tan lindo… Es el con quien fantaseo de todo. Fantaseo para bien, y hasta para mal… lo más bonito de todo es… que no es un fantasma, él está ahí… conmigo. Es el. Me pasa que lo extraño tanto, aun así este a mi lado. Me pasa que a veces pienso en el con miedo… a lo que pueda suceder, y a lo que se quede sin pasar como si nos deberíamos más cosas, más historias. Con él, me pasa de todo. Con él, el estómago hace su danza, con el siento todo lo que puedan imaginar. Es el… simplemente estoy loca… Estoy desquiciada, estoy innumerables veces vestida de piel, para que su olor siempre se quede conmigo, yo estoy loca… estoy loca por él.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuiste.

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi

Enojo

Enojo: Sentimiento en el cual, envuelve el cuerpo de una persona, haciéndola sentir con una fuerza interior, incontrolable, en el cual debes expulsarlo antes de que explote. Me pregunto qué he hecho mal, me pregunto qué hago mal cuanto intento no enojarme, cuando intento llevar la fiesta en paz. Trato de entender muchas cosas dentro de una misma situación. Quisiera ver mas allá de tus ojos, pero es imposible. Noto que aun así uno queriendo estar tranquilo nunca lo podemos estar. Ya no sé. Ya no entiendo que pasa aquí y ahora, ni entiendo que mas debe pasar. Así, como un día puedes estar feliz, al final de ese mismo día llega el enojo... ¡nada puede ser lindo! ya entiendo porque una parte de mí, me decía que la felicidad no existe...