Yo ya no le tengo paciencia a muchas
cosas... Suelo no tenerle paciencia a los ruidos. Me hace daño, la muchedumbre
y la multitud, me satura muchísimo el mismo tema una y otra vez, me cansan
algunas personas, y a veces hasta me canso yo misma. El respirar se me
dificulta a veces, pero no por falta de aire, si no por respirar con tanto
enojo que no puedo controlar. Yo ya no
tengo paciencia. Yo ya no puedo quedar callada ante nada, ante nadie. Yo ya no
tengo eso de poder extrañar a alguien, o de echar de menos algo de alguna
persona. Soy egoísta en querer sentirme para mí, y sentirme bien... Yo ya no
tengo esa cosa, a la que las personas les gustan de mí. Y para serles sincera,
ya ni me importa. No soporto las excusas, ni
mucho menos soporto las mentiras. No puedo ver a alguien que se haga el
inocente, y que quiera lanzarte lo peor por algún error que hayas cometido,
como si hubiese sido el fin del mundo, sin ellos verse que no son perfectos,
que también cometen errores y hasta peor. Yo ya no tengo paciencia para las estupideces.
No tengo paciencia para dar ni recibir. YO simplemente quiero estar conmigo, y
quiero vivir para mí. Yo ya no espero un retorno, de nadie, ni de nada. Yo ya
no sueño, con eso de querer ser algo grande, yo ya me rendí. No tengo paciencia
para el fracaso, no le tengo paciencia a los miedos. Yo exploro, yo me
aventuro, yo me lanzo a todo, yo me enamoro. Yo hago las cosas que no todo el
mundo es capaz de hacer, por el temerle a todo, por el temerse a ellos mismos.
Estoy cansada de este vaivén, y estoy cansada de tener personas en mi mente,
que no valen ni un segundo de pensamiento en mi cerebro. Estoy cansada… Simplemente
estoy cansada de cansarme ya.
Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuiste.
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