Ya basta de juegos. Si yo quisiera
jugar contigo, créeme ya te hubiese ganado. Seamos claro en algo, ni tú, ni yo,
somos tal para cual. No somos ni una pizca similares, en el fondo no nos
llevamos bien. Eso lo sé. Eso lo siento. Tenemos rencor por cosas del pasado, y
no nos atrevemos a ver más allá de lo que deberíamos mirar. No nos ponemos de
acuerdo en amarnos como deberíamos, y discutimos por estupideces que si te soy
sincera, me dan ganas de echar todo por la borda mientras salgo corriendo. Yo
no tengo la paciencia que solía tener… no contigo. Ya no tengo esa cosa que tenía
antes que podía quedarme callada y mirarte, y sentirme mal, no. Ahora yo grito,
yo doy patadas, ahora yo me dejo sentir. ¿Eso no te gusta? No es mi problema. ¿Qué,
piensas que no te quiero? Tampoco es mi
problema. Mi problema sería si yo dejase de quererte como te quiero. Ese, sería
mi mayor problema, el jamás volverte a ver cómo te veo ahora mismo. El dejar de
sentirme segura contigo, el dejar de mirarme por tus ojos. Ese, ese sería mi
problema. Me molestan cosas de ti, claro que sí, pero no está en mí el arreglar
lo que me molesta de ti o no. Yo te amo y te debo amar con y sin defectos, debo
amar esos corajes que te dan, yo amo esos momentos en los que te escapas sin
tan si quiera despedirte, porque sé que estás enojado, porque sé que te importo
y no quieres seguir con la pelea más y más. Yo te conozco… ¿Piensas que no? Yo
si te conozco, y si no conociera algo de ti, lo amare hasta conocerlo, y cuando
lo conozca sea bueno o malo, lo amare aún más Porque eso, te hace ser tú, y yo
amo todo de ti, eres el todo yo de mis días. Eres el enojo que me da algunas
veces, eres la arrogancia, el orgullo que me viste al dormir. Tú… con tus
defectos eres mío. Entonces ya olvídate de este juego tonto, olvida ya estas
estupideces que nos dan, y aprende a vivir esto conmigo. Ya no huyas más… deja
ese orgullo, deja de hacer que nos separemos poco a poco, y pégate mucho más
hacia mí, yo te quiero así como eres y como siempre estas, verte cerca, verte a mi
lado, vete encima de mí. Si yo no amase las cosas malas que tienes jamás te amaría,
porque no eres perfecto, porque no lo somos… Esto que tenemos no es perfecto, y
jamás lo será. Lo único que aquí está
claro es que hoy, ahora y después, tu siempre serás mío y de nadie mas.
Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...
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