Ir al contenido principal

¡Ya me extrañaba!


Hace tiempo que no me acordaba de lo que era la soledad. Ni mucho menos lo que es la agonía, la tristeza. Me encerraba en ese martirio todos los días hasta ver la luz de la mañana, y aun así mis ojos solo expresaban torpeza. Una torpeza que al final noto ser una gran añoranza, una añoranza que al final resulto ser un gran problema. Me acostumbre tanto a la compañía, que cuando probé ese trago de soledad me supo a gloria. Sentí como si por primera vez probara lo que es sentirse deseada, por alguien que no conoces. Aunque para mi era nadie, y aun así sabiendo que era un “nada”, me volvía loca el pensar que tarde o temprano de esa misma soledad me irían a rescatar. La luz baja y tenebrosa de aquel cuarto me hacia recordar ese mágico encuentro entre mi cuerpo y mis pensamientos. Me envolvía tanto en la luz del día, que la costumbre hizo que ese tenebroso cuarto fuera para mi como un paisaje lleno de flores, grama, lleno de todos, aunque en realidad estaba lleno de ese “nada”. Ya era hora que me fuera varios días de esa vida la cual era “perfecta”. Ya era hora que me decidiera por querer lo que de verdad valía la pena. Ahora vivo entre violencia, entre lagrimas y me encanta. Vivo entre esa pasión que nunca se acaba, entre ese olor a azufre que consume tus entrañas, entre esa espada y esa pared la cual me obliga a estar parada y sin poder moverme. ¡Que olor tan rico a sufrimiento! ¡Que olor tan lleno de mediocridad! Me gusta, y me gusta más la soledad, ahora que no estoy sola a cinco años atrás en que me dolía amar.

©Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2012

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuiste.

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi

Enojo

Enojo: Sentimiento en el cual, envuelve el cuerpo de una persona, haciéndola sentir con una fuerza interior, incontrolable, en el cual debes expulsarlo antes de que explote. Me pregunto qué he hecho mal, me pregunto qué hago mal cuanto intento no enojarme, cuando intento llevar la fiesta en paz. Trato de entender muchas cosas dentro de una misma situación. Quisiera ver mas allá de tus ojos, pero es imposible. Noto que aun así uno queriendo estar tranquilo nunca lo podemos estar. Ya no sé. Ya no entiendo que pasa aquí y ahora, ni entiendo que mas debe pasar. Así, como un día puedes estar feliz, al final de ese mismo día llega el enojo... ¡nada puede ser lindo! ya entiendo porque una parte de mí, me decía que la felicidad no existe...