Ir al contenido principal

Una nueva historia.


Y ahí estaba… sentada en aquel inodoro, pensando en mis ganas mortales de orinar, pero a la misma vez no quería… Y ahí estaba, indecisa en si ir o venir, en si tirarme o quedarme en la cima.  Ya no aguantaba mas, tuve que hacerlo y lo hice. Tan pronto sentí ese ser de vida fuera de mi cuerpo, supe que ya no sabría lo que era vivir. No sabía si llorar, o reírme, no sabia que era lo que debía hacer. Hasta que un alma inhumana bajo la cadena que sostenía el agua donde estaba el amor de mi vida. El jamás te fuiste se convirtió en ese momento, en el jamás te tendré. Años después aquí estamos. En ese mismo baño al que tanto le temía. Pensativa, con la mente ida y mis pensamientos de vacaciones. Estaba vestida de rojo, con mi sentimiento vestido de negro, y esa gran gracia vestida de nada. El aliento roto, y los zapatos llenos de lodo. Los ojos color café oscuros, la piel llena de polvo, y el corazón… El corazón no se sabía donde estaba. Me encontraba tirada en ese gran suelo, pensativa y con ese gran remordimiento de los cinco minutos. Si tan solo cinco minutos hubiese aguantado, quizás tuviese al amor de mi vida cinco minutos más. Cierro los ojos solo para buscar su mirada entre la mía. Los abro y ya no estaba en ese mismo lugar, estaba en mi cama, acabándome de despertar. Miro hacia el reloj, las diez y media de la mañana, y la fecha era cuatro años después de mi suceso final. Tengo la idea absurda de pensar en que sin razón alguna estoy embarazada. Mi loca obsesión por un hijo me hizo su prisionera, tenia alrededor de más de diez pruebas de embarazo, y cuando menos me lo espero decidí hacérmela. Como chiste tomo la situación y al voltear ese artefacto el cual para mi era una noticia cruel y horrible, me doy cuenta que ahí estaba. Esa posibilidad a la cual tanto le temía ahí estaba. El “si” de mis tantos “no”. El amor de mi vida al que jamás pensé que tendría. Era mio, era mio por primera vez en mi vida, y esta vez no lo lamentaría. Era mio… Es mio… ¿No lo entienden? El tiempo en mi vida por alguna razón, se detuvo. Esta era mi oportunidad para ser quien de verdad yo era. Mi oportunidad para verme al espejo y poder decir que…. ¡LO LOGRE!

©Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2012

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuis...

Tiempo para cerveza.

Me encontraba a pasos de ti hace un tiempo atrás, tu ni cuenta te diste. Así como en muchas otras cosas lo hiciste. Pasamos tanto y nos dimos tan poco. Recuerdo que nos encontrabamos ahi… solos… finalmente solos. Pero que mucho nos costo estar en esa situación juntos. Y uno al lado de otro sin decir nada, y asi ibamos y nos dábamos cuenta de que estábamos bien, de que ese tormento no pasaría, de que solo fue una noche más en la que fue un malentendido. Supongo que eso pasaba por tu mente. Pero la mia parecia un tren a toda velocidad, sintiendo ese viento fuerte en la cara, como cuando alguien apenas abre la ventana del tren por donde viaja. Y te pega fuerte. Se mete por todo tu cuerpo y te hace sentir esa forma templada en que tu cuerpo se va convirtiendo. Yo quizas, viaje por mucho tiempo en ese momento. Mi mente se iba a volar, daba vueltas, hacia lo que fuese por no estar conmigo. Mientras te veía a ti tan feliz, intentando hacerlo otra vez… intentando ver si estoy bien con tu broma...