Ir al contenido principal

Un aborto llamado divorcio.


No importa cuanto amor exista entre dos almas. Si ya una tiende a mentir o a desaprovechar todo ese gran camino al que solo un alma recorrió mientras la otra se quedaba sentada observando todo. Quizás a una de esas almas el tacón de los zapatos se le partió, o quizás una de esas almas prefirió seguir sola, para luego llorar con los demás al pensar que todo cuando regresara, seria igual. Yo solo se una cosa. Sé que amo, y amo tanto que prefiero dejarte ir con las lágrimas a todo son, y ese sollozo a pleno morir. Yo solo sé que cuando un alma necesita ayuda de alguien en especifico, esa alma se va muriendo al ver que con quien contaba no era si no que con alguien que se casaba con el mismo. Quisiera abortar todos los matrimonios en el mundo, para que jamás tengan que ver lo que es sentirse madre o padre sin tener un hijo propio, si no alguien llamado marido o mujer. Quisiera dar unas palabras de aliento a esas personas comprometidas consigo mismo y no con su pareja, quisiera poder dar una palmada a esos malos momentos en los cuales te dejan ver, quien esta de tu lado, y quien por alguien mas te deja en una cuneta. Yo apruebo este aborto. Yo apruebo todos los abortos que sean necesarios, para poder librar a esta humanidad, de relaciones descaradas. Mi voz ni mi voto cuentan. Porque todos al sentirse mal, quieren que todos sientan, como uno se siente, sin importar a quien estas dejando atrás. Yo solo se una cosa, y es que por mas que intentes entender las cosas, al final solo tu serás quien se dará cuenta de que muy en el fondo, merecías este aparatoso final.
©Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2012

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi...

Este amor.

Hacía tiempo ya, que no sentía algo semejante. Era cuestión de tiempo, para sentirme sola una vez más. Pero esta vez no fue así, fue muy distinto. Me llenaste por completo. Me ahogaste en ese mar de seducción al que tú solamente sabes escapar. Este amor es enfermizo, la locura ya no cabe en mí ser, los espectros entran y salen de mi cuerpo. Me siento poseída, me siento agotada, pero a nada de eso le doy importancia. Este amor es un amor que abacora, un amor que asfixia en esta tranvía loca, a la cual me llevas. Siento como el veneno recorre todo mi ser, como me voy quedando sin aliento, sin al menos poder pensar en lo que está sucediendo. Este amor tan loco me está matando, me está hiriendo cada día más, simplemente me está gustando. ¿Todavía quieres seguir? Atormentándonos en esto tan puro e imparable. ¿Deseas detenerte, o nos abarcamos en esta aventura loca? Voto por que me tengas en esta pesadilla por el resto de mis días. Que me atormentes, que me encierres para jamás ver l...