Ir al contenido principal

De esposos a amantes.


Tú y yo nos iremos al infierno, Quiero que sepas eso. Tendremos castigos diferentes, pero el propósito será el mismo. Recordar que hicimos de nuestra vida un circo. Te enloquecías tanto al firmar un papel, que se te olvidaba el maquillaje, la nariz, y hasta los zapatos de payaso. Yo con mi globo terráqueo, y tú con la dignidad llamada danza en el piso. Huyes como prostituta en tiroteo, y piensas que haces bien el irte cuando tu trabajo aun no ha terminado. ¿La otra mitad? Fácil, se queda debajo de las sabanas, sudando por sus ojos, y sangrando tanto sentimiento que casi se desangra de tristeza. Los vecinos, y esas usuales paredes que oyen deciden hacer su entrada triunfal, postrándose alrededor tuyo, acorralándote, usandote como apoyo para que ninguna caiga encima de la otra sin alguna razón. Luego, el semblante cambia, y aquellos dos que alguna vez decían haberse odiado, vuelven con más fuerza. El odio los vuelve ignorantes, y al momento de notarlo, ya se había separado. Ahora estamos separados mi querido “Don Juan” Ahora no te conozco y tu no me conoces. Sin embargo hemos permitido usarnos, como nunca antes nos habíamos usado. Sin compromiso ninguno nos desnudamos y dejamos que el cuerpo haga lo demás. Quizás el matrimonio acorte el amor y alargue la amargura, pero una vida de aventura me gusta mas que pasar el resto de mis días, con alguien que da poco con un papel firmado, pero da todo con un apodo de amante. Quizás nos confundamos, pero el mejor sexo del ser humano, es aquel que sin compromiso ama sin ser amado.

©Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2012

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi...

Este amor.

Hacía tiempo ya, que no sentía algo semejante. Era cuestión de tiempo, para sentirme sola una vez más. Pero esta vez no fue así, fue muy distinto. Me llenaste por completo. Me ahogaste en ese mar de seducción al que tú solamente sabes escapar. Este amor es enfermizo, la locura ya no cabe en mí ser, los espectros entran y salen de mi cuerpo. Me siento poseída, me siento agotada, pero a nada de eso le doy importancia. Este amor es un amor que abacora, un amor que asfixia en esta tranvía loca, a la cual me llevas. Siento como el veneno recorre todo mi ser, como me voy quedando sin aliento, sin al menos poder pensar en lo que está sucediendo. Este amor tan loco me está matando, me está hiriendo cada día más, simplemente me está gustando. ¿Todavía quieres seguir? Atormentándonos en esto tan puro e imparable. ¿Deseas detenerte, o nos abarcamos en esta aventura loca? Voto por que me tengas en esta pesadilla por el resto de mis días. Que me atormentes, que me encierres para jamás ver l...