Ir al contenido principal

Mente Feminista. (Amargura letal… 2)


¿Y quien diablos eres tú para querer poner peso sobre mí? ¿Acaso crees que una mujer no puede con todo esto? Mira esto es sencillo. O te bajas del barco, o yo misma te tiro. A mi este jueguito de creerse el “mas mas” hace que mi apetito de “feminicidio” me explote. Y si, lose. Eso es un disparate. Pero asusta. Porque no sabes con el cuento que le salgo yo a los hombres, y se asustan de verdad. Y ¿sabes algo? Realmente no te quiero asustar pero… Más vale que el pecho de King kong se te baje, porque esta que esta aquí, por un hombre, no se va a dejar mangonear. Date la oportunidad de conocerte, para que veas que ni contigo te casas. Intenta al menos abrir tu mente, pedazo de inepto, y trata de pensar en que el sexo opuesto, puede más que tu trapo de sexo fuerte. ¿Pero a que “fuerte” te refieres? O sea ¿a que diablos los hombres se refieren? ¿Al pene? Asumo yo, que es a eso a lo que alguien hombruno se refiere cuando habla del sexo fuerte. Pero que pena me dan ustedes varones. Si fuesen el sexo fuerte, no dependerían de esa pastillita azul cuando tienen disfunción eréctil. No tendrían eyaculación precoz, y mucho menos, llorarían tanto al tener dolor por la piedra que tienen en sus riñones. Es que es fácil mandar. Pero de que vale mandar, si con lo que mandas al fin y al cabo en su tiempo se encoge. Ten tu ego a las alturas, si señor. Que el orgullo te convenza de todo lo contrario. Que pienses que el tamaño es lo importante, y recurras a ese orgullo, para que te mienta, y con ese descaro digas que lo tienes grande. No te apures, que no me pienso reír en tu cara amorcito mio. Eso lo guardare para cuando te vallas. Así tendré un tema de interés y jocoso, en el día con mis amigas. ¿Vez que sigo enamorada? Hablo de ti todo el tiempo. De lo mal que eres en la cama, de lo pequeño que es el “mundo”, y sobre todo del aire vocal que tiene tus entrañas que hace salir música hermosa de tu cuerpo. ¿Vez que estoy enamorada? Si no hablara de ti no lo estaría, pero apúrate firma ese divorcio, que estoy loca por quedarme con la casa y que te largues a tu miserable estadía, en donde ahogas a otra mujer con el tamaño de tu pene, y ese orgullo que te miente cada día. Vamos hombre, ten un poco de felicidad, ya esta pesadilla termino, ya mi cuerpo podrá recuperar su figura, y lo mejor de todo, no tendrás a una loca sentada todos los días en el balcón. Animo amorcito, al menos tienes que admitir que te deje con tus testículos. Al menos debes admitir, que no he sido tan mala como dicen. Que he encontrado el punto clave de este matricidio, y que lo que alguna vez nos unió, hoy por acuerdo se convierte en un hermoso y espantoso delirio.

©Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2012

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi...

Este amor.

Hacía tiempo ya, que no sentía algo semejante. Era cuestión de tiempo, para sentirme sola una vez más. Pero esta vez no fue así, fue muy distinto. Me llenaste por completo. Me ahogaste en ese mar de seducción al que tú solamente sabes escapar. Este amor es enfermizo, la locura ya no cabe en mí ser, los espectros entran y salen de mi cuerpo. Me siento poseída, me siento agotada, pero a nada de eso le doy importancia. Este amor es un amor que abacora, un amor que asfixia en esta tranvía loca, a la cual me llevas. Siento como el veneno recorre todo mi ser, como me voy quedando sin aliento, sin al menos poder pensar en lo que está sucediendo. Este amor tan loco me está matando, me está hiriendo cada día más, simplemente me está gustando. ¿Todavía quieres seguir? Atormentándonos en esto tan puro e imparable. ¿Deseas detenerte, o nos abarcamos en esta aventura loca? Voto por que me tengas en esta pesadilla por el resto de mis días. Que me atormentes, que me encierres para jamás ver l...