Ir al contenido principal

Colgando los guantes (1 mes)



Me levanto todos los días imaginándome que quien esta al lado contrario de mi cama, es alguien a quien pueda tocar y sentirme segura. He caminado tanto y tanto, que me parece que estoy caminando en círculos. No se si parar, o morir en el intento. Me hace falta ese sentido de inocencia. Me hace falta ese poco sentido del humor. Llevo treinta días encerrada en esta cueva, y aun no he visto a mi príncipe al rescate. Siento los pies como si estuviesen abiertos por debajo de tanta presión que les he puesto. Mis hombros quieren descansar y mi cabeza ya no aguanta mas. Este camino no es el mio, de eso ya me he dado cuenta. Este camino es de alguien más. Pero como siempre tan cuerda, escojo lo mejor que me ofrezcan. Extraño esos besos en mi cuerpo. Pensar así es lo único que me mantiene viva, y que mantiene a mi cuerpo caliente cuando hace frio. Amor mio… Te ruego que vuelvas por tu princesa, pues ya no puedo mas continuar mi camino sin tu apoyo. Amor mio… Te imploro que vuelvas, y me dejes caer en tus brazos como solías hacer antes de tu partida. Amor mio me muero… Me muero sin tus caricias. Entiende que sin ti ya no tengo sonrisa, que mis lagrimas se tornan frías, y mi piel esta falta tus manos tibias. Amor mio… Ya no tengo mas creatividad para esto. ¿Dime que hare cuando las palabras se queden cortas en mi cuerpo? Amor mio… Te imploro deja lo que estas haciendo, y hazme caso. Que muero por ti y sin ti… ya mi cuerpo yace muerto.


©Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2012

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuis...

Tiempo para cerveza.

Me encontraba a pasos de ti hace un tiempo atrás, tu ni cuenta te diste. Así como en muchas otras cosas lo hiciste. Pasamos tanto y nos dimos tan poco. Recuerdo que nos encontrabamos ahi… solos… finalmente solos. Pero que mucho nos costo estar en esa situación juntos. Y uno al lado de otro sin decir nada, y asi ibamos y nos dábamos cuenta de que estábamos bien, de que ese tormento no pasaría, de que solo fue una noche más en la que fue un malentendido. Supongo que eso pasaba por tu mente. Pero la mia parecia un tren a toda velocidad, sintiendo ese viento fuerte en la cara, como cuando alguien apenas abre la ventana del tren por donde viaja. Y te pega fuerte. Se mete por todo tu cuerpo y te hace sentir esa forma templada en que tu cuerpo se va convirtiendo. Yo quizas, viaje por mucho tiempo en ese momento. Mi mente se iba a volar, daba vueltas, hacia lo que fuese por no estar conmigo. Mientras te veía a ti tan feliz, intentando hacerlo otra vez… intentando ver si estoy bien con tu broma...