¿Qué
es lo que he hecho? A quien debo mirar ahora? ¿Qué es lo que puedo hacer? ¿Hacia donde debo
dirigirme? Necesito un lugar, un santuario hacia donde dirigirme. Los deseos
del hombre contra mi son puros. Tan puros que es imposible escapar de ellos. Es
por eso que estoy fugitiva, dejando todo fuera de lo normal, y poco realista.
Los susurros me persiguen, es como si el viento se torna violento, y me
quisiera muerta. Como si cada espectro me abrazara con un aliento mortal.
Necesito correr sin rumbo. Necesito irme a cualquier lugar. Estar sola, sin
dos, ni cuatro, solo estar en cuerpo y alma. Sentir esa sensación, y querer
tener más, y darte cuenta que no puedes. Eso hace que duela el alma. Quisiera
culpar a los chismosos de todo lo que he hecho. Quisiera desear que cada alta
voz en las calles fuese solo un eco. Quisiera correr y correr, hasta que mis
pies ya no sienta ni las piedras en el piso, ni la llana grama que esta en cada
orilla del mar. Ya no se ni lo que escribo, ya no se ni que debo pensar.
Necesito irme contra el rio e intentar respirar, pero es imposible… Es
imposible. /\/\/\/\/\/\___/\_/\________...
©Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2012
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