Tantas
noches sintiéndome hecha mierda. Pensando en que en algún momento llegaría el
final. Sintiendo a todo el mundo cerca,
mientras mi corazón a lágrima viva empezaba a llorar. Ya saben. El recuerdo
suele matarme. Y cada espejismo dentro de mis ojos se suele empeorar. La
pregunta del sí y el no en mi mente me abarca. Si lo dejo o si me quedo
sintiéndome ebria de tanto odio. No lo entiendo. Intente ser yo y no funciono,
intente ser como quiso que fuera y tampoco funciono. Yo si puedo ser feliz.
Este es mi momento. Mi condición. Esta noche me separo de lo que alguna vez era
de mi poder. Lo dejo al margen, corto sus alas, y me hecho a correr. ¡Soy
libre! ¡He sido yo otra vez! ¡He vuelto a nacer! Espero con ansias el momento
de caer en otros pies. Sentir lo que ya se. Compartir lo que desconozco. Me
siento fabulosa, me siento llena de poder. Amor mío… Siento mucho decirte que…
no pudiste conmigo. No pudiste con mi amor, no pudiste con el odio. Y mucho
menos pudiste con una noche frente al balcón. Amor mío… Siento mucho decirte
que…
Ya no eres mi amor. Ni suspiro sombrío, ni el amor hipócrita que decías
tener pudieron conmigo. ¿Te importaría dejarme en paz, mientras me beso con
quien prometí amar por el resto de mis días? ¿Te importaría voltearte mientras
soy suya una vez más? Amor mío… Siento
mucho decirte que… Por una vez más he dejado de creer. Que por más que me digas
un “te amo” mis oídos escuchan un “soy un cobarde”, que por más que sienta que
soy tuya, mi cuerpo se arrastra al de mi gran amor y… Amor mío… Siento mucho
decirte que… ya he cortado aquello que con mucho desprecio nos unía. He roto
cada foto que contigo compartía, he tirado los floreros que llenaba cada ramo
de flores, con las disculpas prometidas. He quemado mi mente con cada recuerdo
impreso en mi piel. He dejado cada anhelo atrás, he virado cada espejo donde
escribías las mentiras. Que ya no queda más de mi en ti no lo sé. Pero de ti en
mi no queda ni la más mínima compañía. Que jamás he sido tan libre como ahora.
Que sonrío todas las noches sin agonía, que despierto con las ganas de tener un
gran día y… Amor mío… Siento mucho decirte que… Estoy orgullosa de al fin sentirme
hecha toda una mujer. Que se cuando mientes al decir que no me dejas de amar.
Que no me vas a olvidar y… Amor mío… Siento mucho decirte que… Aquello que nos
une ya no está, que soy feliz, y que al fin le he dicho adiós, al cordón
umbilical.
© Derechos de autor, Sheila Rosa
Castro – 2012
Comentarios
Publicar un comentario