Ir al contenido principal

A media luz... Esquizofrenia inmigrante...

Quema todo lo que hay dentro de mí, quema mi cuerpo, llévaselo a quien lo desee y déjenme morir. Si es morir lo que quiero. Duele cuando siento estar muerta y luego despierto. Jamás me vi reír como ayer, rio de locura, rio por no saber, por no poder conocer donde está su paradero. Imagino que estas feliz, aunque yo también lo estoy, quemarme viva es una manera de poder sentir aunque sea dolor. Anoche volví a mirar tu fotografía, mientras cantaba la dulce sonata, en la que me componías, cada párrafo, cada letra me hacía ver que seguía fría. Llore hasta que quede dormida y aun así sentí como moría. Me levante con los ojos manchados de cenizas, una mirada distraída, solo mi mente decía que no te merecía. Mi subconsciente me ha mentido una vez más, pensé en que si le hacía caso podría estar toda la vida sin dejarte de amar, y mira, mirarme ahora, mira donde estoy, poseída por ti, poseída por eso a lo que le llaman odio. Pero, aun te pienso, y aun me pregunto el porqué, no de pensarte, sino el porqué dejarte ir. Si contigo moría y vivía a la vez, ahora solo muero, muero sin poderte tener y muero sabiendo que necesito tenerte. Me despierto cada noche en ese desespero, intento calmar mi sed pero jamás se zacea, dudo poder continuar, dudo poder seguir, no a menos que te vea. Necesito sentir que lo que dices es cierto. No me dejes encerrada unas ves mas, no lo hagas. Siente que por fin he vuelto a vivir, con la añoranza de tenerte, de tenerte al menos por un segundo. Siente que por primera vez me ves fuerte y no vulnerable. Siente que he sido yo, siéntelo, pero no me vuelvas a dejar, porque por ti muero. Por ti, sería capaz de matar. No creas que lloro por chantaje, no creas que lloro sin dolor. Esto no se compara a una actuación, no. Esto no se compara a un orgasmo fingido. Nada podría compararse al dolor de haberme ido, por obligación y no por deseo. Si, grítame una vez más, hazme sentir que  aun sigues ahí, pégame, pégame si es necesario, pero tócame, tócame porque necesito sentirte, aun así sea por desprecio amare sentir tus manos en mi cuerpo. Siente como lo poco que queda sigue latiendo cada vez más, con una fuerza, con una gran velocidad. Si, si, rózame con tu navaja, hazme sentir tuya una vez más. Apuñálame si es lo que deseas, hazlo, pero hazme sentir como nunca. Después de varios minutos con tu dulce navaja en mi cuerpo, veo correr mi sangre, y por primera vez siento que estoy viva. Se siente bien vivir una vez más, más si estoy viviendo en tus brazos. Ahhhh! Esa es la famosa luz, el gran sendero. ¿Vez mi amor? Te dije que no era difícil hacerme sentir tuya una vez más, no era difícil hacerme vivir, sin terminar muriendo.

© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2011

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuis...

Tiempo para cerveza.

Me encontraba a pasos de ti hace un tiempo atrás, tu ni cuenta te diste. Así como en muchas otras cosas lo hiciste. Pasamos tanto y nos dimos tan poco. Recuerdo que nos encontrabamos ahi… solos… finalmente solos. Pero que mucho nos costo estar en esa situación juntos. Y uno al lado de otro sin decir nada, y asi ibamos y nos dábamos cuenta de que estábamos bien, de que ese tormento no pasaría, de que solo fue una noche más en la que fue un malentendido. Supongo que eso pasaba por tu mente. Pero la mia parecia un tren a toda velocidad, sintiendo ese viento fuerte en la cara, como cuando alguien apenas abre la ventana del tren por donde viaja. Y te pega fuerte. Se mete por todo tu cuerpo y te hace sentir esa forma templada en que tu cuerpo se va convirtiendo. Yo quizas, viaje por mucho tiempo en ese momento. Mi mente se iba a volar, daba vueltas, hacia lo que fuese por no estar conmigo. Mientras te veía a ti tan feliz, intentando hacerlo otra vez… intentando ver si estoy bien con tu broma...