Ir al contenido principal

La dicha de saber… Cuentos mágicos

Sé que no todo es color de rosa. Sé que para poder amar se necesitan conocer bastante, saber que quieren realmente, que les gusta y que no. Sé que cuando rozo mis labios con los tuyos el mundo se detiene, el tiempo corre lento, y la atmosfera se retiene. Sé que no siempre estamos felices, pero también se, que estoy aquí para hacerte reír. Sé que nos guardamos secretos, que omitimos comentarios, callamos algo serio y a veces nos lamentamos. Y como es de costumbre, al final de cada historia, la princesa se queda con su príncipe, ¿que habrá más allá después que se cierra el libro? Nadie lo sabe, pero aun así sigue siendo una dicha saber que se quedan juntos, o al menos imaginar que es así. ¿Que nos puede salir mal? Si cuando publicamos lo lindo disfrazamos lo malo. Hay que crear un balance, o se está bien, o se está mal, pero ambos no se puede, a menos que, lo sepamos controlar. Porque nadie puede controlar lo que suceda después del cuento, encontramos a blanca nieve envenenada cada día de su vida por un marido que le es infiel, una cenicienta obligada a trabajos sexuales, y a una bella durmiente tratando de tomar pastillas para poder dormir. Vemos que la bestia se convierte en un príncipe y su bella se transforma en la bestia. La sirenita suele ahogarse en el mar que dejo por un apuesto hombre que ni la toca, solo por escuchar su voz. Peter Pan se convierte en el caballero negro y arrasa con toda Ada que encuentra en su camino. Jazmín y el Aladino recorren el mundo en su viejo tapete, sin darse cuenta que poco a poco su ruedo se va descociendo. Todo va cayendo en sí, desde abajo hacia arriba, y luego desde arriba hacia abajo. ¿Ven que necesitamos tropezar antes de esa gran caída? Porque para poder caer, se necesita haber tropezado dos veces. Es una pena que la vida no sea como un cuento, y que el cuento no sea algo real, donde hay infidelidades, maltratos, y llanto. La dicha de todo esto es, que podemos saber que hay después de cada cuento aunque pensemos que no.


© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2011

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuiste.

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi

Enojo

Enojo: Sentimiento en el cual, envuelve el cuerpo de una persona, haciéndola sentir con una fuerza interior, incontrolable, en el cual debes expulsarlo antes de que explote. Me pregunto qué he hecho mal, me pregunto qué hago mal cuanto intento no enojarme, cuando intento llevar la fiesta en paz. Trato de entender muchas cosas dentro de una misma situación. Quisiera ver mas allá de tus ojos, pero es imposible. Noto que aun así uno queriendo estar tranquilo nunca lo podemos estar. Ya no sé. Ya no entiendo que pasa aquí y ahora, ni entiendo que mas debe pasar. Así, como un día puedes estar feliz, al final de ese mismo día llega el enojo... ¡nada puede ser lindo! ya entiendo porque una parte de mí, me decía que la felicidad no existe...