Ir al contenido principal

Hora aproximada, numero incompleto…


Pobre de aquel que aun en la distancia, pretende amar y ser amado en un juego de cuatro... Hay quienes desvarían por las calles del olvido  y aun así siguen ahí, mendigando amor, deseando cariño. Se arriman en aquel carrusel que solo da vueltas y vueltas, donde solo puedes ver lo mismo, y sentir lo poco que se demuestra. Lloras, y crees ser el centro de todo problema existente, tu vista se nubla tu piel se estremece, los ojos se llenan de gotas que intensifican el dolor de todos estos meses, del cariño ausente, el sonrojo en la piel deja de existir, la mente se vuelve pobre y el subconsciente se adueña de ti. Te hace ver frágil, jugando así con tu mente. Crees ser esclavo de tu propia mente, te encierras en el sosiego de todo poder marchito, recopilas lo pasado tratando de hallar un porque, como y cuando. Crees haber perdido la batalla contra alguien que fue tu mejor aliado, y ahí estas… Recostado de la pared y a su vez sentado en el piso sucio y frio, pensando en porque él y no yo. Pensando en si algún día te será concedido todo aquello que has pedido. Imaginas rozar sus labios una y otra vez hasta que sangren de placer, y ya cuando veas que no hay mas sudor en su cuerpo decides aventurarte en el. Aun así, eres pobre, pobre y soñador, analizador de mentes ajenas, sin poder entender la tuya. Con dolor en tu cabeza tratas de razonar, pides un poco de ausencia, persistes en la presencia y luego te haces notar. Ahí, ahí está el grito que rompió todo silencio existente… Ahí está tu subconsciente apoderándose de ti una vez más, ahí estas tú y a la misma vez no hay nada. Su pena más grande es querer decirte que te ama, teniendo que tragarse todo lo demás.

© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2011

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuis...

Tiempo para cerveza.

Me encontraba a pasos de ti hace un tiempo atrás, tu ni cuenta te diste. Así como en muchas otras cosas lo hiciste. Pasamos tanto y nos dimos tan poco. Recuerdo que nos encontrabamos ahi… solos… finalmente solos. Pero que mucho nos costo estar en esa situación juntos. Y uno al lado de otro sin decir nada, y asi ibamos y nos dábamos cuenta de que estábamos bien, de que ese tormento no pasaría, de que solo fue una noche más en la que fue un malentendido. Supongo que eso pasaba por tu mente. Pero la mia parecia un tren a toda velocidad, sintiendo ese viento fuerte en la cara, como cuando alguien apenas abre la ventana del tren por donde viaja. Y te pega fuerte. Se mete por todo tu cuerpo y te hace sentir esa forma templada en que tu cuerpo se va convirtiendo. Yo quizas, viaje por mucho tiempo en ese momento. Mi mente se iba a volar, daba vueltas, hacia lo que fuese por no estar conmigo. Mientras te veía a ti tan feliz, intentando hacerlo otra vez… intentando ver si estoy bien con tu broma...