Ir al contenido principal

Objeto Obsesionante, Puro, y Admirable…

Tengo en un cajón de mi cuarto algo muy preciado, sueño todas las noches con él, cuando no lo tengo siento estar vacía. Me levanto con ganas de observarlo, tocarlo y sentir como es. Lo que muchos no han podido hacer por mí, siento que eso lo ha hecho todo, en solo unos minutos. No hay que ser preciso en cómo te hace sentir, porque ya con rosarlo en tu cuerpo sientes como se expresa. Es verdad, no es lo mismo un cajón lleno de objetos a unas manos y un cuerpo tibio, pero aun así me hace llegar más rápido a la felicidad, a contar ovejitas, a ver las estrellas. De todos los colores se pinta mi cuarto al momento de sentirlo una vez más. Lo bueno de tenerte cerca, es que siento tu poder en mi piel, lo malo de tenerte es que no puedo escuchar tus gemidos de placer y solo escucho los míos. Pero aun así eres obsesionante, eres mi mejor amigo. Sabes lo que me gusta, encuentras la manera de siempre hacerme sentir bien. No discutes, me entiendes siempre, no te levantas de mal humor, y no miras a otras mujeres, me miras a mí, a lo que quieres. Cuanto te deseo objeto precioso, cuanto quisiera que estuvieses aquí. Siento que te he reemplazado por otro, siento que me he dejado morir, en los brazos de alguien con carne y huesos en su cuerpo. Corro hacia el cuarto con ansias de encontrarte, y una vez más veo que sigues ahí. Cualquiera ya se hubiese marchado, no hubiera esperado por mí. Pero tú, tu si deseas tenerme, así como deseo tenerte a ti. No estaría nada mal serle infiel a él contigo. Que nadie nos observe mientras lo hacemos una vez más, que nadie se entere de lo que haremos, este será nuestro secreto. Solo tú, solo yo, un secreto tuyo y mío. Eres un objeto obsesionante, poderoso y sombrío, pero lo mejor de todo, es que eres solo mío.

© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2011

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi...

Este amor.

Hacía tiempo ya, que no sentía algo semejante. Era cuestión de tiempo, para sentirme sola una vez más. Pero esta vez no fue así, fue muy distinto. Me llenaste por completo. Me ahogaste en ese mar de seducción al que tú solamente sabes escapar. Este amor es enfermizo, la locura ya no cabe en mí ser, los espectros entran y salen de mi cuerpo. Me siento poseída, me siento agotada, pero a nada de eso le doy importancia. Este amor es un amor que abacora, un amor que asfixia en esta tranvía loca, a la cual me llevas. Siento como el veneno recorre todo mi ser, como me voy quedando sin aliento, sin al menos poder pensar en lo que está sucediendo. Este amor tan loco me está matando, me está hiriendo cada día más, simplemente me está gustando. ¿Todavía quieres seguir? Atormentándonos en esto tan puro e imparable. ¿Deseas detenerte, o nos abarcamos en esta aventura loca? Voto por que me tengas en esta pesadilla por el resto de mis días. Que me atormentes, que me encierres para jamás ver l...