Ir al contenido principal

Vete, pero no mires hacia atras...

Tanto te he querido, tanto te he respetado, y aun así quieres irte de mi lado, entonces no te detendré mas. Si así lo deseas, vete. Sufriré por un tiempo muerto, sin ánimos de vivir. Pero no me pienso quitar la vida por nadie, no amenos que me vuelva loca por un amor que jamás fue mío. No pienso detenerte, porque no pienso recibir migajas, valgo más que las cosas que tienes en tu vida. Valgo más que el mismo aliento que llevas en tu cuerpo. Si verdaderamente deseas irte, hazlo ya. No esperes a que recurra al llanto, porque no pienso hacerlo. No me pidas que te vea como un amigo, si ni siquiera me dejaste acercarme como tal. Te ofrezco mi amistad, pero de lejos. Un amigo como tú, que me deja a estas alturas, no vale ni el suelo por donde camino, ni las lagrimas que derramo, ni la sonrisa que poseo hará de ti un buen amigo. ¿Aun deseas irte? Entonces ¿Qué esperas? Vete y déjame botada como una gran doncella que se queda sin su príncipe, me quedare tirada en el huerto, en el cual con mucha hipocresía me hiciste el amor. Pero que tonta he sido, pensé que me amarías después de todo. Pero ahora el joven se va, entonces márchate, busca tu destino, encuentra tu camino. Pero no mires hacia atrás, porque mis brazos no piensan volver a recibirte. Aunque mis ojos se sequen de tanto llorar, y mi piel se vuelva polvo, aun así no pediré que regreses. No pienso rebajarme una vez más. Vete, estoy esperando por tu dulce ausencia, en la cual me dejaras tirada y desolada, pero vete ya no llore mas, ¿querías buscar tu camino? Entonces ya lo conseguiste, sal de esa puerta, baja las escaleras y escoge tu camino, descuida, no pienso posarme en la ventana para ver hacia dónde vas. Tienes todo el tiempo del mundo para irte, pero recuerda cuando te vayas, cerrar la puerta y no mirar hacia atrás.

© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2011

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi...

Este amor.

Hacía tiempo ya, que no sentía algo semejante. Era cuestión de tiempo, para sentirme sola una vez más. Pero esta vez no fue así, fue muy distinto. Me llenaste por completo. Me ahogaste en ese mar de seducción al que tú solamente sabes escapar. Este amor es enfermizo, la locura ya no cabe en mí ser, los espectros entran y salen de mi cuerpo. Me siento poseída, me siento agotada, pero a nada de eso le doy importancia. Este amor es un amor que abacora, un amor que asfixia en esta tranvía loca, a la cual me llevas. Siento como el veneno recorre todo mi ser, como me voy quedando sin aliento, sin al menos poder pensar en lo que está sucediendo. Este amor tan loco me está matando, me está hiriendo cada día más, simplemente me está gustando. ¿Todavía quieres seguir? Atormentándonos en esto tan puro e imparable. ¿Deseas detenerte, o nos abarcamos en esta aventura loca? Voto por que me tengas en esta pesadilla por el resto de mis días. Que me atormentes, que me encierres para jamás ver l...