Ir al contenido principal

Gota fría que pasa por mi mejilla...

No podre entender jamás de que trata cada uno de mis problemas, ni siquiera su origen. No podre entender jamás el porqué de cada cosa extraña e insignificante. Jamás entendería el porqué de las actitudes de cada ser humano. Y no me importaría entender el porqué existe el amor, si al tiempo existirá el sufrimiento. Jamás entenderé porque lloramos con tanto sentimiento, ni porque ahogamos las penas con alcohol. Jamás entenderé porque a base de nuestras decisiones cometemos los peores errores, sin querer asumir las consecuencias. No entiendo el porqué de las despedidas, ni cuando existe la ausencia. No entiendo el porqué de la desconfianza. No entiendo el porqué existe un punto medio. Jamás entenderé porque estamos aquí, jamás lo entenderé, ni aunque me digan que estamos para amar, ni siquiera aunque me digan que estamos para odiar. Jamás entenderé el porque fuimos creados para amar, y sin embargo en eso es en lo menos que nos especializamos. Jamás entenderé el porqué de un beso, ni el porqué de un abrazo. No podre entender jamás el significado de afecto, el significado de ilusión. Jamás entenderé porque es que existen las discusiones, los malos ratos. Moriré sin poder entenderte, moriré sin poder descifrar cada código que hay en ti, solo porque no podre entender que existe dentro de esa mirada. Jamás entenderé el porque pienso tanto en ti. Jamás entenderé el porqué suelo repetir tu nombre. Jamás entenderé porque permito que me trates así, no entenderé jamás el porqué de mis acciones. Pero lo que nunca entenderé es el porqué de las tuyas. Moriré pensando que todo pasa por que sí, que todo pasa por destino, por etapa. Aun así me engañe a mí misma, moriré pensando en ti.

                    
           © Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2011

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuiste.

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi

Enojo

Enojo: Sentimiento en el cual, envuelve el cuerpo de una persona, haciéndola sentir con una fuerza interior, incontrolable, en el cual debes expulsarlo antes de que explote. Me pregunto qué he hecho mal, me pregunto qué hago mal cuanto intento no enojarme, cuando intento llevar la fiesta en paz. Trato de entender muchas cosas dentro de una misma situación. Quisiera ver mas allá de tus ojos, pero es imposible. Noto que aun así uno queriendo estar tranquilo nunca lo podemos estar. Ya no sé. Ya no entiendo que pasa aquí y ahora, ni entiendo que mas debe pasar. Así, como un día puedes estar feliz, al final de ese mismo día llega el enojo... ¡nada puede ser lindo! ya entiendo porque una parte de mí, me decía que la felicidad no existe...