Despierto todas las mañanas preguntándome si he estado soñando, si lo que pasa en mi, pasa solo en los sueños más perversos. Como si desprendieran mi piel de mi cuerpo, como si me dejasen desnuda y me echaran al vacio, así me siento yo. Pasa, que para poder recuperarnos, necesitamos el sufrimiento primero, es ahí donde aprendemos a sanar. Pero veo que mi recuperación es imposible, es lenta y hasta no veo mejoras en ello. Me niego a cerrar mis ojos una vez más, no podría aguantar otro sueño como ese. No podría perderte una vez más. Pero, ¿Qué es lo que has hecho en mi? Ya ni morir me preocupa, hiciste que le dejara de tener miedo a la muerte, para tenerte miedo a ti. Y todavía me atrevo a decir, que esto es amor. Delirar tan profundo que pienses en una muerte lejana. Pensar que estas aquí aun te hayas ido hace años, sentir que aun me acaricias aunque ya no pueda sentir. Basta de jugar conmigo, mente maldita. Basta de querer controlarme. Basta de querer enloquecer, por una amor desvanecido. Basta de todo eso. Debo dejar de pensarte, aun así me muera, debo dejar de pesarte, aun así no quiera. Debo dejar de pensar que esto es amor, porque sé que es obsesión. Sáquenme de este cuarto de hotel, quítenme esta camisa de fuerza y denme una vida, es lo único que pido. Denme algo porque vivir. Sáquenme de este cuerpo prestado, sáquenme de aquí. Devuélvanme lo que alguna vez fue mío, y tiren todo aquello que nunca lo fue. Escóndanme del veneno que hay entre sus venas, para que nunca llegue a las mías. Vístanme de blanco y tírenme al mar, si aun sigo viva me hundiré sin poder nadar. Pero no dejen que vuelva a soñar, no una vez más. No con él, no con esto. Sería como un pez muerto flotando en la orilla del mar, si vuelvo a soñarte. Debo caminar, lo peor de todo esto, es que se lo que está mal, sin embargo no me da la gana de hacer algo al respecto. No está en mí, partir no está en mí. Porque ya de mi no espero nada. Solo espero, sentada en mi cuarto de hotel, con mi camisa de fuerza, esperando el día del descenso habitual y repentino. El día en que todo fue como antes, el día en que por fin te deje de esperar.
© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2011
Comentarios
Publicar un comentario