Ir al contenido principal

Delirio...

Despierto todas las mañanas preguntándome si he estado soñando, si lo que pasa en mi, pasa solo en los sueños más perversos. Como si desprendieran mi piel de mi cuerpo, como si me dejasen desnuda y me echaran al vacio, así me siento yo. Pasa, que para poder recuperarnos, necesitamos el sufrimiento primero, es ahí donde aprendemos a sanar. Pero veo que mi recuperación es imposible, es lenta y hasta no veo mejoras en ello. Me niego a cerrar mis ojos una vez más, no podría aguantar otro sueño como ese. No podría perderte una vez más. Pero, ¿Qué es lo que has hecho en mi? Ya ni morir me preocupa, hiciste que le dejara de tener miedo a la muerte, para tenerte miedo a ti. Y todavía me atrevo a decir, que esto es amor. Delirar tan profundo que pienses en una muerte lejana. Pensar que estas aquí aun te hayas ido hace años, sentir que aun me acaricias aunque ya no pueda sentir. Basta de jugar conmigo, mente maldita. Basta de querer controlarme. Basta de querer enloquecer, por una amor desvanecido. Basta de todo eso. Debo dejar de pensarte, aun así me muera, debo dejar de pesarte, aun así no quiera. Debo dejar de pensar que esto es amor, porque sé que es obsesión. Sáquenme de este cuarto de hotel, quítenme esta camisa de fuerza y denme una vida, es lo único que pido. Denme algo porque vivir. Sáquenme de este cuerpo prestado, sáquenme de aquí. Devuélvanme lo que alguna vez fue mío, y tiren todo aquello que nunca lo fue. Escóndanme del veneno que hay entre sus venas, para que nunca llegue a las mías. Vístanme de blanco y tírenme al mar, si aun sigo viva me hundiré sin poder nadar. Pero no dejen que vuelva a soñar, no una vez más. No con él, no con esto. Sería como un pez muerto flotando en la orilla del mar, si vuelvo a soñarte. Debo caminar, lo peor de todo esto, es que se lo que está mal, sin embargo no me da la gana de hacer algo al respecto. No está en mí, partir no está en mí. Porque ya de mi no espero nada. Solo espero, sentada en mi cuarto de hotel, con mi camisa de fuerza, esperando el día del descenso habitual y repentino. El día en que todo fue como antes, el día en que por fin te deje de esperar.

© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro – 2011

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi...

Este amor.

Hacía tiempo ya, que no sentía algo semejante. Era cuestión de tiempo, para sentirme sola una vez más. Pero esta vez no fue así, fue muy distinto. Me llenaste por completo. Me ahogaste en ese mar de seducción al que tú solamente sabes escapar. Este amor es enfermizo, la locura ya no cabe en mí ser, los espectros entran y salen de mi cuerpo. Me siento poseída, me siento agotada, pero a nada de eso le doy importancia. Este amor es un amor que abacora, un amor que asfixia en esta tranvía loca, a la cual me llevas. Siento como el veneno recorre todo mi ser, como me voy quedando sin aliento, sin al menos poder pensar en lo que está sucediendo. Este amor tan loco me está matando, me está hiriendo cada día más, simplemente me está gustando. ¿Todavía quieres seguir? Atormentándonos en esto tan puro e imparable. ¿Deseas detenerte, o nos abarcamos en esta aventura loca? Voto por que me tengas en esta pesadilla por el resto de mis días. Que me atormentes, que me encierres para jamás ver l...