Ir al contenido principal

El hijo de Shakespeare

Alguien una vez me dijo: "No niegues la realidad que ha ignorado por mucho, y que nadie nunca se atrevió a decirte". Sorprendería mucho saber, que aun me acuerdo de esas palabras, pues en realidad aun no haya querido entender lo que me decía por orgullo, aun así le prestaba toda la atención posible. Fue tanta esa realidad, que ciertamente fue quien único se atrevió a decírmela, aun así jugara su vida por desaparecer de la mía, y desapareció, pero no como creen y no por lo que creen. Me he puesto a estudiar mi mente psicológicamente y capto tanto, que me sorprendo. Me acostumbre a lo malo, pero a la misma vez no fue así. Cree en mi mente una codependencia tan profunda que me era imposible caminar por mi propio peso. Pero por esos mismos deseos era la razón por la cual yo estaba así, como si fuese poseída por un demonio, escogía el peor camino. Enamorada, definitivamente enamorada, o eso era lo que pensaba en ese momento. Solo me he enamorado dos veces en mi vida, una grata y la otra... Parte de mi, se siente hecha toda una mierda, pero una mierda bien hecha, de esas que por más que intentes sacar se te hará difícil, pues estoy bien puesta en ese camino, y por más que hayan intentado sacarme anteriormente y ahora, no podrán porque no depende de mí, porque si de mí dependiera estuviese en sus brazos todavía, y aun lo estoy, solo que con la mente más clara. Sin dejarme molestar, sin dejarme ofender, pues tuvo que pasarme todo esto solo para poder aprender. Nunca le importo si lo odiaba por el decirme la verdad, pero entonces, ¿es verdad lo que él me decía? y ¿qué hago aquí entonces? ¿Que sigo haciendo aquí?. Me reto a mi misma como si fuese un juego, me reto a ser inteligente, a jugar y ganar, a molestar esta vez, y no ser yo la molestada. Pero no está, lo que era mi conciencia no está, me mantenía tan de pie, tan clara. Difícil olvidarme de ello, y sobre todo, difícil olvidarme lo que fue para mí, y lo que aun sigue siendo a pesar de haberlo perdido todo por un orgullo. Me quede con lo que más temo, y perdí a lo que más amo. Si Shakespeare estuviese vivo, estaría segura que me abofetearía, pues su hijo que dio todo por mí, ya no existe, porque yo misma hice que desapareciera. Solo espero que algún día, si revive en mi conciencia sepa, que soy fuerte gracias a lo que fue, que sepa que he estado riendo desde siempre, que mi sonrisa sigue plasmada en el mismo lugar, que se que al hijo de Shakespeare no le molestaría saber, que he ganado la batalla. <3


© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro - 2011

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi...

Este amor.

Hacía tiempo ya, que no sentía algo semejante. Era cuestión de tiempo, para sentirme sola una vez más. Pero esta vez no fue así, fue muy distinto. Me llenaste por completo. Me ahogaste en ese mar de seducción al que tú solamente sabes escapar. Este amor es enfermizo, la locura ya no cabe en mí ser, los espectros entran y salen de mi cuerpo. Me siento poseída, me siento agotada, pero a nada de eso le doy importancia. Este amor es un amor que abacora, un amor que asfixia en esta tranvía loca, a la cual me llevas. Siento como el veneno recorre todo mi ser, como me voy quedando sin aliento, sin al menos poder pensar en lo que está sucediendo. Este amor tan loco me está matando, me está hiriendo cada día más, simplemente me está gustando. ¿Todavía quieres seguir? Atormentándonos en esto tan puro e imparable. ¿Deseas detenerte, o nos abarcamos en esta aventura loca? Voto por que me tengas en esta pesadilla por el resto de mis días. Que me atormentes, que me encierres para jamás ver l...