Ir al contenido principal

Ya no soy lo que era...


Siento miedo. Miedo porque he sido una mujer llena de seguridad, y en ocasiones suelo cometer errores, pero he estado segura de porque los he cometido. No soy tan desquiciada después de todo, mi locura no da para tanto. Permito tanto el que se acerquen a mí, el que manejen mis situaciones a todo  esplendor, a toda merced. Pero en cada cosa fríamente calculada, existe el tiempo de perder, perder cosas que eran solo de tu dominio, de nadie más. No suelo repetir su nombre más veces en el día que el mío, no suelo desenfocar lo que hago por pensar en como estará, en lo que hace, no suelo tener un recuerdo instantáneo de lo que era, de lo que fue. Mis cambios se deben a muchas cosas, a mí, a ti, a todos. No hay especificación para lo que sucede ni para lo que está por suceder. Mis besos son solo tuyos claro que si, porque mis labios contigo aprendieron a ser como son. Pero quien no aprendió a ser como es fui yo, que permití que otra persona entrara en mi espíritu y me sacudiese a tal manera, que hizo que mi alma dejara de existir, de tener su esencia, su magnitud. Me convertí en una marioneta, guiada por alguien que no conocía, que jamás había visto. Me deje llevar, me deje guiar poco a poco a un abismo. En el que es difícil salir sin ayuda. He escuchado murmurar muchas veces a las personas. Dicen algo así como: Un clavo saca a otro clavo... Mentira, a menos que no quieras hundirte como lo estoy yo, no creas en ello. En todo caso sería que un clavo hunde a otro y mientras más lo va hundiendo mas grande se va poniendo el hueco, más profundo el hoyo, más dolorosa la caída. Tanto es el desespero, que muchos recurren a esa frase, y ponen su vida en ella. Yo, jamás lo hice, y jamás lo hare, si estoy como estoy es por como soy y por como seguiré siendo, porque a pesar de mi manera de ser, mi sonrisa hace que todo lo demás que no valga la pena, se mantenga lejos de lo que si. Mientras tanto aquí estaré, preguntándome mil veces, ¿por qué no puedo salir de aquí?, y ver al fin la luz en la que me guías.


© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro - 2011

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi...

Este amor.

Hacía tiempo ya, que no sentía algo semejante. Era cuestión de tiempo, para sentirme sola una vez más. Pero esta vez no fue así, fue muy distinto. Me llenaste por completo. Me ahogaste en ese mar de seducción al que tú solamente sabes escapar. Este amor es enfermizo, la locura ya no cabe en mí ser, los espectros entran y salen de mi cuerpo. Me siento poseída, me siento agotada, pero a nada de eso le doy importancia. Este amor es un amor que abacora, un amor que asfixia en esta tranvía loca, a la cual me llevas. Siento como el veneno recorre todo mi ser, como me voy quedando sin aliento, sin al menos poder pensar en lo que está sucediendo. Este amor tan loco me está matando, me está hiriendo cada día más, simplemente me está gustando. ¿Todavía quieres seguir? Atormentándonos en esto tan puro e imparable. ¿Deseas detenerte, o nos abarcamos en esta aventura loca? Voto por que me tengas en esta pesadilla por el resto de mis días. Que me atormentes, que me encierres para jamás ver l...