Ir al contenido principal

Carta desesperada, para alguien desesperado


Como lidiar con lo que siento, como saber si debo confiar o no. Es lo que me mata, lo que en ocasiones me hace más fuerte, pero sé que no me puedo confiar. Esa palabra me molesta tanto "confianza", es tan difícil de adquirir, y cuando ahí la tienes así de rápido se va. No es como la utilices, es que la sepas Utilizar, le sepas dar uso, dar significado, y creo que para mi tiene tanto significado que seria difícil acoplarme, a confiar ciegamente en algo que para mi aun es desconocido. Desconocido, porque si aun no puedo confiar es porque aunque quiera hacerlo hay cosas que me detienen. Entonces, no sé que mas podría hacer para decidirme, para saber si es correcto o no tirarme por la borda definitivamente. Jamás había tenido tanto dilema por algo así, ni siquiera por alguien que ame tanto, quizás es por eso, porque la realidad no siento tanto amor. Que difícil palabrita esa la de confiar ¿verdad? Quizás no es la confianza, quizás es que no doy el beneficio de la duda, pero no sería nada fácil, viéndolo de la manera en que ya se había confiado, se dio el beneficio, y aun así caí mas al fondo por haberme tirado demasiado lejos de la borda. Definitivamente no, no te creo, y créeme la mayoría de las veces suelo creerte, pero sé que será igual que aquella vez, ¿te acuerdas? porque si no te acuerdas yo sí. Latido tras latido, sentíamos el sube y baja de los sentimientos, esa cosquilla, ese sabor a amor, a deseo. Pero fue tanto el deseo, que hubo un momento en el cual nos amábamos pero solo de una forma. La forma Sexual, a la que los casados suelen llegar, a la que después de llegar ahí ya no habrá mas método de como conocerse, porque cada vez que se vean, se amaran de esa manera. Entonces, ya no era una cosquilla cualquiera, no era una cosquilla ordinaria, eras tu en mi, y créeme fue maravilloso, hasta que la palabra confianza se deterioro. Ambos nos amarramos sexualmente, sentimentalmente no creo, pues no te llegue a conocer tanto como quise haberte conocido, antes de haberme tirado por segunda vez por la borda.



© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro - 2011


Comentarios

Entradas populares de este blog

Amor a Distancia

Sintiendo que poco a poco nos vamos conociendo más, mi memoria se llena de tus recuerdos, de tu nombre. Y es tu nombre quien me hace sonreír, te reflejas en mi espejo, mas cuanto me encanta que te reflejes en el mi bello Narciso. Tan bello como el amor que siento por ti, tan rudo como las situaciones que a diario frecuentamos, pero nos amamos, nos adoramos. Tan clara que esta el agua, y puedo llegar a ver tu vida pasar por 10 inmensos segundos, los cuales me dejas sentir lo imposible que sería vivir sin el anhelo  de tenerte aquí. Vive, vive amor mío, sonríe, y vive, que por ti es por quien amare toda mi vida. Corre, corre como si jamás hubieras corrido, como un niño cuando aprende a caminar, explora como nunca antes jamás. Mi cielo, mi terciopelo, eres mi todo y a la misma vez eres mi nada, te siento tan cerca, pero la lejanía me agarra con su malvada garra. Lejos estas, y no me queda nada más que solo tu recuerdo, que solo un papel con el reflejo de lo que en algún momento fuiste.

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi

Enojo

Enojo: Sentimiento en el cual, envuelve el cuerpo de una persona, haciéndola sentir con una fuerza interior, incontrolable, en el cual debes expulsarlo antes de que explote. Me pregunto qué he hecho mal, me pregunto qué hago mal cuanto intento no enojarme, cuando intento llevar la fiesta en paz. Trato de entender muchas cosas dentro de una misma situación. Quisiera ver mas allá de tus ojos, pero es imposible. Noto que aun así uno queriendo estar tranquilo nunca lo podemos estar. Ya no sé. Ya no entiendo que pasa aquí y ahora, ni entiendo que mas debe pasar. Así, como un día puedes estar feliz, al final de ese mismo día llega el enojo... ¡nada puede ser lindo! ya entiendo porque una parte de mí, me decía que la felicidad no existe...