Ir al contenido principal

Lejanía, muy poco de la cercanía...


A veces no entiendo muy bien las cosas, no entiendo si hay un interés más allá de lo interesante que podría yo ser a los ojos de alguien, más aun, a tus ojos. En ocasiones suelo pensar que no mereces tener lo que tienes porque creo que mejor te lo luchas hasta la muerte, como se debe, con el sudor de tu misma frente. No es rechazo lo que en ocasiones siento de ti, sino miedo, miedo a ser humano, miedo a darte cuenta que eres tan mortal como los demás, tan frágil por fuera y por dentro. Buscas un camino por el cual guiarte, sin embargo, ignoras los caminos los cuales son los que te llevaran a una felicidad gigantesca, al amor eterno. No pido que te fijes en mí, porque si aun siento que en lo que llevo viva no lo has hecho, entonces no quiero que lo hagas ahora ya cuando estoy casi por andar en mi propio camino, el deber de amar cuando es multiplicada la ración, es el mismo, el mismo amor para todos, el mismo respeto y por supuesto el mismo interés. Noto que en ocasiones se está ocupado como para hablar de vez en cuando, como antes lo hacíamos, o como nunca lo hicimos. Suelo hablar de ti a  tus espaldas con los demás, porque considero que tu amor hacia mí no es el mismo como hacia otras personas, si tu amor hacia otras personas fuese así cuando te reflejas en mi, en mi mente, diría que sería capaz ser borrar todo lo que he puesto en mi cabeza de ti, para solo quedarme con eso grabado en mi ser, en mi espíritu. Es cierto que vinimos de épocas distintas, la tuya es un poco mas anticuada, la mía un poco más moderna. De donde ambos vinimos, es lo que realmente nos une, vinimos del mismo lugar, de la misma raza. Pero yo me considero especial, porque considero que vine de un mejor lugar, vine de ti, y de quien te ayudo a procrearme, uno más sabio que el otro, uno más justo. A uno le gusta la libertad, y al otro no le importa ser libre. Yo, amo la libertad, pero jamás podría amar solo a uno, de tres. Mis sueños en ocasiones se vuelven realidad, y sin duda alguna aun sueño y sueño, para no volver a soñar.



© Derechos de autor, Sheila Rosa Castro - 2011


Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin daños a terceros. (Has llegado tarde)

Tengo ganas de huir. De todas formas he llegado tarde. Tengo ganas de salir corriendo, y dejar este inmenso cuento, con sus hojas en blanco y su tinta regándose. Que enojo tan grande tengo adentro de mí. ¿Acaso no duermes con reloj? ¿Acaso no notas la claridad del día? Porque haz llegado mas tarde que yo. Imbécil. ¿Por qué? Me hiciste dar ese paso tan grande, y ahora vuelves, sin tu reloj, en la noche, queriendo saber un porque, sin ni siquiera ver tu “cuando”. Sin ni siquiera fijarte en tu “donde”. Esto debe ser una broma. Una tonta broma en donde no hice lo que pensé que hice. En donde tu… En donde ambos seguimos viéndonos en aquel reflejo incomprensible. Me encantaría dejar las cosas como están. Morir sola, y que a mi lado este  quien escogí como si fuese mi error mundano. Que mi mente arda de tanto pensarte, que mis pensamientos no tengan fin, pero que te piense tanto y tanto, que mi cabeza ya no aguante. Este será nuestro único secreto. Vivir esta vida llena de injusticia, a...

La muerte de mi abuela.

Me encontraba en mi casa, acostada en el suelo y encima de una sábana lista para dormir. Cuando de repente empecé a llorar sin consuelo alguno. Me acordaba de cuando me dijeron que tenía cáncer. Me acordaba de cuando empecé a sentir cada estrago de esa enfermedad. Me sentía sin aire, sin esperanzas. Sentía miedo de dejar a los míos, o de que los míos se olvidaran de mí. Me esperance por segundos y me dije: ¡Tú puedes más que eso! Luego recordé, que era el ejemplo de mis hijos, y me propuse luchar hasta que el tiempo decidiera que hacer conmigo. Lloraba tanto y tanto, que peleaba con quien estuviese a mi lado. Me negaba a aceptar que en algún momento partiría de aquí. Estuve horas tirada en el suelo sin pensar en nada, salvo por el pensamiento de en qué rayos podía pensar. Me quede dormida de tan cansada que me dejo la lucha con mis sentimientos. Y cuando desperté todo había pasado. Me levante confundida, desorientada. Me prepare algo de comer y al mínimo segundo de haber terminado, mi...

Este amor.

Hacía tiempo ya, que no sentía algo semejante. Era cuestión de tiempo, para sentirme sola una vez más. Pero esta vez no fue así, fue muy distinto. Me llenaste por completo. Me ahogaste en ese mar de seducción al que tú solamente sabes escapar. Este amor es enfermizo, la locura ya no cabe en mí ser, los espectros entran y salen de mi cuerpo. Me siento poseída, me siento agotada, pero a nada de eso le doy importancia. Este amor es un amor que abacora, un amor que asfixia en esta tranvía loca, a la cual me llevas. Siento como el veneno recorre todo mi ser, como me voy quedando sin aliento, sin al menos poder pensar en lo que está sucediendo. Este amor tan loco me está matando, me está hiriendo cada día más, simplemente me está gustando. ¿Todavía quieres seguir? Atormentándonos en esto tan puro e imparable. ¿Deseas detenerte, o nos abarcamos en esta aventura loca? Voto por que me tengas en esta pesadilla por el resto de mis días. Que me atormentes, que me encierres para jamás ver l...